Muchas
veces el no saber gestionar las relaciones con los demás tiene
consecuencias negativas como: problemas de autoestima, infelicidad e
incluso depresión, estrés o ansiedad,
Cada
relación que vivimos ya sea nuestros padres, abuelos, hermanos,
amigos y relaciones sentimentales, nos aportan recuerdos y
experiencias que se acumulan en una mochila que llevamos encima. Hay
gente que pasa por nuestra vida para quedarse y gente que pasa y se
va. De todos ellos, nuestra
mochila se va llenando con experiencias positivas y negativas que
afectan a nuestro autoconcepto
y nos dan nuestra razón de ser, nuestro YO.
Las
relaciones no resueltas están ligadas a una relación inconclusa o
no resuelta. La
ira y el enfado hacia alguien nos impide ser felices, pudiéndonos
conducir a
estados depresivos ya
que, aunque
la relación con alguien haya terminado, muchas veces nos quedan
inseguridades y miedos porque no hemos cerrado la etapa
correctamente. Estas inseguridades y miedos, responden a esas
relaciones no resueltas y es probable que aparezcan en nuestras
relaciones con los demás. Mientras que a unos esta situación les
llevará a ser más prudentes y desconfiados en nuestras futuras
relaciones, a otros les llevará a ser más críticos consigo mismos,
pudiendo llegar a comportamientos sumisos.