miércoles, 13 de febrero de 2013

RENOVANDO LA CHISPA PARA SAN VALENTÍN...


Vivir plenamente y disfrutar de la sexualidad en la pareja estable es algo que constituye un ingrediente más para la felicidad en nuestro día a día, citando a uno de los expertos de referencia como psicólogo de parejas con dilatada carrera en España  Antoni Bolinches, se podría decir que “El amor no es querer acostarse con alguien sino desear levantarse junto a él.” Este es un punto que lleva a muchas parejas a la decisión de vivir en pareja estableciendo una pareja estable. Según el citado autor, existen 4 requisitos que precisan las parejas para tener éxito en este proyecto de vida común. 

  1. Por un lado, el hecho que se quieran lo suficiente como para desear convivir siendo conscientes de que conlleva un cambio en la manera de ver a la pareja, tanto por lo que respecta a hábitos y rutinas como por lo que respecta a la toma de decisiones y la negociación de nuestro día a día. 
  2. La convivencia conllevará para ambos un disfrute más pleno de la unión.
  3. Existe un deseo de futuro conjunto, habiéndo expectativas positivas y optimistas por parte de ambos miembros de la pareja .
  4. Ambos miembros suponen que la sexualidad será más frecuente y gratificante.
Pero... ¿Qué hace que una pareja tenga una sexualidad gratificante? ¿ Es lo mismo para todas las parejas? ¿Qué hace falta para que ambos sintamos dicha gratificación? 
La respuesta a estas y a muchas otras preguntas la podríamos encontrar en algo muy básico y a la vez muy costoso para mantener equilibrado: la comunicación en pareja y, con ella, precisamos vencer algunos mitos o preocupaciones acerca de las expectativas de cada uno en la relación que aún hoy en día existen en nuestra sociedad como por ejemplo que los hombres deben saber todo sobre sexo o que la relación sexual finaliza cuando existe el coito entre otros. 


A veces por miedo a la opinión de nuestra pareja o a herir sus sentimientos e incluso nuestra imagen, no pedimos aquello que necesitamos del otro y de ese modo, multitud de parejas pasan años guardándose deseos que se mantienen ocultos ¿Renunciando probablemente a una parte de si mismos? ¿ Generando posiblemente baja autoestima o inadecuación respecto a sus apetencias sexuales? Sin embargo, ¿ De qué manera podemos obtener toda la información que precisamos para satisfacer las necesidades de nuestra pareja sin que se sienta ofendida? ¿ Cómo podemos renovar la chispa? Solicitando nuestros deseos y los deseos del otro, directa o indirectamente.  Des de la psicologia de la pareja se pueden proponer varias actividades o juegos... San Valentín nos puede dar un pretexto para empezar a aplicar alguno de ellos:

 
Visitar una tienda erótica para coger ideas, allí se pueden encontrar ideas para todos los gustos des de románticas (como talonarios de deseos, aceites de masaje, productos para el baño), divertidas (como lencería comestible o disfraces) o atrevidas .

Buscar información acerca de nuevas tendencias en sexualidad o simplemente acerca de cosas que no hayamos provado en nuestra vida sexual por ejemplo a través de libros como "Tu Sexo es tuyo" de Sylvia de Béjar. 

Para mejorar la calidad de las relaciones es preferible, también, jugar con la frecuencia. Pactar sesiones sin expectativa de coito, únicamente con la caricia como patrón de base, nos puede ayudar a generar tensión sexual para luego tener relaciones mucho más placenteras  o planificar los encuentros      e incluso dejar-nos mensajitos sexys utilizando las nuevas tecnologías como wattsap, mail o estilo tradicional con mensajes en formato papel dejándoselo en la cartera, en la bolsa del gimnasio, dentro de los zapatos...

Podemos realizar una "caja de los deseos" dirigida a establecer una buena comunicación en general y nos puede ayudar a poder manifestar deseos ocultos hacia nuestra pareja de manera indirecta, dándo la oportunidad de ser hablados y puestos en común si no se han cumplido dado cierto plazo. Cada uno se hará con una “cajita” donde depositará un papel con un deseo escrito en él. Sin haberlo comentado antes con la pareja, simplemente se manifiesta por escrito un deseo. Por ejemplo: “…me gustaría comer ese guiso que tan rico hace…”, etc.Cada día se deposita un deseo. Se deja bien visible la caja de deseos para que la pareja pueda abrirla y saber qué desea su compañero/a, sin que el otro lo sepa o lo observe.

Y, ¿porqué no preparar una cena afrodisíaca para San Valentín? 

Para todo ello, imaginación al poder todo vale para mantener renovada la chispa, pero lo más importante es comunicarnos con el otro, sólo así podremos complacer y ser complacidos. En la vida sólo se vive una vez y dados los problemas actuales del mundo, somos libres de querer, amar y disfrutar, sólo nuestros miedos serán nuestro enemigo en el amor. No podemos ser esclavos ni tacaños con nuestro propio disfrute y menos en la celebración del amor.



Elisabet Arqués
Psicóloga
Col 16567